
Bogotá, D.C. – 20 de agosto de 2025
El presidente Gustavo Petro volvió a referirse al magnicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido tras un atentado el 7 de junio y su posterior fallecimiento el 11 de agosto de 2025. En esta ocasión, el mandatario vinculó el crimen con disputas en el negocio de las esmeraldas y con estructuras criminales que, según él, continúan influyendo en la violencia y la política colombiana.
Las controvertidas declaraciones de Petro fueron realizadas el miércoles 20 de agosto, durante el XX Conversatorio de la Jurisdicción Constitucional, organizado por la Corte Constitucional en Bogotá, donde el presidente intervino ante magistrados, académicos y asistentes.
En su discurso, el presidente Petro evocó su propia experiencia frente a la violencia en el país. “La gobernanza paramilitar que empezó en Antioquia. Toda mi familia se exilió y yo fui amenazado de muerte y sobreviví, no sé por qué, porque hice el debate del 2007 sobre el paramilitarismo en Antioquia. (…) Sí, claro que había una guerrilla insurgente, hoy no existe. Lo que llaman hoy guerrillas son ejércitos privados del narcotráfico y su jefe se llama la ‘Junta Mundial del Narcotráfico’, no es colombiana, pero hay un capítulo colombiano”, afirmó.
Acto seguido, el mandatario fue contundente al asegurar: “Y es probable, la Fiscalía nos debe decir que el asesino del senador Uribe Turbay está ahí por un negocio de esmeraldas, pero dejo eso porque no es mi papel, solo que tengo la única manera de sobrevivir en Colombia, saber quién puede matarte antes de que te mate”.
La “Junta del Narcotráfico” y sus Conexiones Internacionales
Gustavo Petro ya se había referido previamente a la presunta estructura detrás del magnicidio de Miguel Uribe Turbay. El presidente ha explicado que esta organización internacional articula mafias albanesas e italianas, y que su capítulo colombiano opera en zonas como Puerto Boyacá y Medellín. Además, relacionó a figuras como Sebastián Marset con el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en 2022.
En un extenso mensaje en X, Petro había escrito: “Marset, para matar al fiscal Pecci, utilizó traslados de dineros usando una iglesia evangélica oscura con asiento en Paraguay y Colombia, dicha iglesia fue la única que movió feligreses para buscar manifestaciones de apoyo a Uribe cuando fue puesto preso. Marset también maneja una empresa de espectáculos artísticos con la que compra cantantes y usa los conciertos para lavar el dinero”. El mandatario ha afirmado que esta federación de mafias ha influido en la política y ha ordenado asesinatos en represalia por los golpes de las autoridades al narcotráfico.
Sobre la muerte de Uribe Turbay, Petro aseguró que algunos sectores intentan responsabilizar al Gobierno para desviar la atención de las mafias: “La campaña de la derecha, tratando de ubicar la autoría del asesinato en el Gobierno, nace del intento de la ‘junta del narco’ de evitar la investigación sobre ella misma”.
La hipótesis de Petro, aunque controvertida y no confirmada por las autoridades judiciales, reabre el debate sobre la interrelación entre crimen organizado, política y justicia en Colombia. Sus declaraciones sugieren que el asesinato del senador no fue un hecho aislado, sino parte de un entramado mayor que conecta disputas esmeralderas, narcotráfico y lavado de activos.